diciembre 27, 2012

Los ricos no dan puntada sin dedal

Una tarde un famoso ricachón iba en su limusina, cuando vio a una familia comiendo césped.
 Preocupado, el oligarca hizo detener el auto y preguntó a uno de ellos: -¿Por qué están comiendo césped?
 -Porque no tenemos más que comer-contestó una mujer-.

Bueno, entonces vengan a mi casa que yo los alimentaré -dijo el banquero.
Subieron al lujoso coche y uno de los niños que comía hierba le agradeció el gesto al ricachón. El oligarca respondió: de nada, es que en mi casa el césped está más alto.

 Moraleja: "Si crees que un rico te está ayudando, mamola”.

 Por: @chumarte_

 
Condiciones de uso: Creative Commons | Las opiniones expresadas en este espacio son de exclusiva responsabilidad de los autores. | Correo | San Juan de Pasto, Colombia